El Bierzo es tierra de uva y vino, una comarca cubierta de viña, llena de tradición y repleta de historia, cultura, gastronomía y un largo bagaje vitivinícola de más de 2.000 años. Las citas de Plinio el Viejo y Estrabón ya hacían referencia a la existencia de viñedos en la actual comarca del Bierzo, que originariamente deriva de la ciudad prerromana Bergidum.
Los suelos de la montaña están constituidos por una mezcla de elementos finos, cuarcitas, pizarras, recibiendo las vegas que se forman en los valles las continuas aportaciones de las laderas. En El Bierzo, el viñedo se orienta fundamentalmente sobre los suelos de tierra parda húmeda, ligeramente ácidos y por tanto con ausencia de carbonatos, propio de climas húmedos.
Nuestra tierra reconocida como Patrimonio de La Humanidad y Reserva Mundial de la Biosfera alberga un microclima único muy adecuado a los cultivos de la zona y que imprime en nuestras vides y en sus mostos un carácter especial. Se trata de un clima suave, benigno, templado y regulado por cierta humedad, sin duda debido a que El Bierzo está situado en un valle.
La variedad autóctona Mencía está perfectamente adaptada tanto al clima como a su entorno. Su cultivo ancestral ha provocado generación tras generación una selección natural siendo la Mencía la uva con las más idóneas condiciones para la elaboración de vinos tintos de gran personalidad.